Me refugio en ti

Ante el abrasador sol de mis desiertos, o el frío abismo de mis preocupaciones yo no me inquieto: a la sombra de tus alas encuentro refugio, y en el calor de tu corazón está mi solaz.
Jesús mío, que reinas en mi corazón, y subes a mi barca para enviarme mar adentro, llévame a pescar a nuevas aguas... ¡en tu nombre echaré las redes!
Transforma el impetuoso mar que me enfrenta en tierra firme, para cruzar victorioso en tu Pascua resucitada y resucitadora, amén.
Paz y bien en el Señor,
Fray Maseo.

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