Amado Jesús:
Tu eres el cumplimiento de todas mis esperanzas, la felicidad plena que a tientas y con mi fe débil he podido pregustar; tu eres la vida auténtica.
Quiero vivir como tú has vivido en la tierra: haciendo el bien por dónde pase, quiero que mis acciones de bien hablen más que palabrería vana y discursos de cajón... sólo quiero proclamar las maravillas que has hecho en mí, sólo quiero hablar de lo que he vivido y puedo ser testigo. Yo soy Hijo del Padre, engendrado en tu salvación en la cruz.
Ahora, quiero morir contigo a mí antiguo yo, para levantarme victorioso a una vida en el Espíritu, amén.
Que Jesús camino, verdad y vida sea tu luz, paz y bien.
Fray Maseo.
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Que el Señor te conceda su paz.