Padre de Bondad,
Me has pensado y llamado a ser tu hijo desde antes de la creación del mundo. Has sido misericordioso y generoso dándome la vida, mi familia y el vivir en este planeta tan hermoso, que al contemplar solo me inspira a cantar: ¡Alabado seas, mi Señor!
Has enviado a tu Hijo al mundo, que nos liberó del mal y nos anunció el Reino de justicia, paz, amor y libertad; me has hecho mensajero de la luz del mundo, que es Cristo, tu Hijo verdadero.
Nos envías ahora el Espíritu Santo, que nos cambia la tristeza en alegría, al hacernos sentir nuevamente en la compañía de Jesús, y como a Pablo nos anima, nos llama a no desfallecer.
¡Siento alegría de ser tu hijo, Padre de amor! Siento gozo de ser hermano de Jesús y templo del Espíritu... te alabo por tus creaturas, por este mundo biodiverso que no he aprendido a valorar y cuidar, te alabo por las personas que me has regalado y que no sé apreciar.
Abre mis ojos, para contemplar en el mundo tu amor, amén.
Paz y Bien,
Fray Maseo.
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Que el Señor te conceda su paz.