Haz maravillas en mí

Jesús, mi Señor:
Gracias por permitirme alimentar de tus palabras de vida y salvación, que cada día me indican el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti.
Hoy quiero glorificarte y decirte, que quiero ser agradecido, y restituirte la gloria que te pertenece. No quiero quedarme con nada de lo que es tuyo, y tengo por pura gracia tuya. Dame Señor un espíritu agradecido, que te transparente a ti, y que libre de todo afán porque me aplaudan, reconozcan y tengan en cuenta, me dedique a servir y alabar tu nombre, amén.

Comentarios