Tengo sed de ti

Como busca la cierva corrientes de agua, y como la oveja perdida a su pastor,
así mi alma te busca a ti, Dios mío; con ansiedad, con ganas de tu sosiego y aliento.
mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? 
¿Cuándo saldré nuevamente al exterior, al encuentro del otro, a celebrar mi fe en ti con alegría?

Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. 

Tu eres mi Pastor,
El camino que me conduce al Padre,
la verdad que ilumina mi vida,
la vida nueva, que me das con tu resurrección
La luz en mis tinieblas
La vid que me da vino nuevo en vasijas nuevas
La puerta a la vida eterna
El Señor y Salvador del mundo:
Tú eres verdaderamente hijo de Dios

Me acercaré al altar de Dios, a su mesa de paz, al recinto del Dios de mi alegría,
y te daré gracias al son de la cítara, al canto de mi alma elevada  ti, Dios mío. Amén.

Paz y Bien,
Fray Maseo.