¡VEN!

ESPÍRITU DE DIOS, ¡VEN!
Como viniste en otros tiempos, nuevamente ven.
Te esperó el vientre de María.
Te esperó Jesús en el Jordán
Te esperaron los discípulos en el Cenáculo
Te derramaste sobre Esteban
Descendiste con fuerza sobre Saulo y lo derribaste.

¡VEN!
que tu pueblo te espera, que mi vida te espera.
Desciende del cielo, del seno del PADRE.
Asciende de la tierra, cuya faz renuevas,
brota de mi ser, de mi cuerpo, consagrado como templo tuyo.

¡VEN!
que esperarte es nuestro nuevo adviento,
nos sigues trayendo al SEÑOR por tu poder santificados en el PAN y el VINO,
en las PALABRAS DE VIDA de Jesús,
en los santos que viven entre nosotros
y que con tus dones nos fortalecen, aconsejan, dirigen, acompañan, enseñan y conducen;
en la suave brisa sin ruido de tus pequeños...
¡VEN, ESPÍRITU DE DIOS Y HAZ NUEVAS TODAS LAS COSAS!

Amén.


FraFre.



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