Regresar. Oración para la octava pascual.

Habiendo regresado, Señor, a tu mesa, queremos renovar:
Nuestro deseo de permanecer contigo, como el sarmiento a la vid,
Nuestro propósito de vivir y transmitirte como luz del mundo,
Nuestro deseo de reconocerte al escuchar nuestro nombre, como María, como las ovejas que conocen la voz de su pastor.
Nuestro sueño de pasar por la puerta, que es tu vida, que es camino y verdad.
Con la fuerza de comer tu pan cotidiano, al que volvemos cada día,
a Galilea queremos retornar:
con la conciencia de que Tú haces nuevas todas las cosas,
de que por el mismo camino, nuevas cosas vamos a encontrar,
de que nunca será rutina si contigo volvemos a comenzar. Amén.



Comentarios