Si tú vas conmigo, no tengo nada que temer.
Si tú me sustentas, no hay necesidad de preocuparse.
Si tú eres el Camino, sé que nunca me perderé si te sigo.
Si tú eres mi esperanza, ¿quién podrá quitarme la alegría?
Si permanezco en ti, Señor, daré mucho fruto, porque tú eres la verdad y la vida.
Comentarios
Publicar un comentario
Que el Señor te conceda su paz.