Jesús pasa por tu vida y toca a la puerta de tu corazón, sea a primera hora o ya avanzada la jornada, y aún a última hora del día (Mt 20, 6-7). Esto significa que nunca es tarde (ni siquiera cuando es de noche) para atender al Señor que llama a la puerta y espera ser recibido (Ap 3, 20).
Comentarios
Publicar un comentario
Que el Señor te conceda su paz.