Pedro, un iletrado, habla con plena confianza y seguridad de las Escrituras, las cuales hablan de Jesús como aquel que fue crucificado; sin embargo, el Padre Dios lo constituyó Señor y Maestro para la salvación del mundo entero.
No busques en tu ignorancia de la ciencia de las Escrituras una excusa para no proclamar la Buena Nueva de la salvación. La Iglesia misma es maestra y ha instituido ministros de la Palabra, catequistas o educadores de la fe; diariamente en sus templos resuena la voz de su Palabra y se renueva el memorial de la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Si te reconoces curado y bendecido por el Señor, hazte discípulo y siéntate en la mesa de los redimidos en la comunidad creyente.
El hijo de Dios siempre encontrará un hogar al que regresar y compañeros de camino con quienes compartir.
Un juglar de Dios.
No busques en tu ignorancia de la ciencia de las Escrituras una excusa para no proclamar la Buena Nueva de la salvación. La Iglesia misma es maestra y ha instituido ministros de la Palabra, catequistas o educadores de la fe; diariamente en sus templos resuena la voz de su Palabra y se renueva el memorial de la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Si te reconoces curado y bendecido por el Señor, hazte discípulo y siéntate en la mesa de los redimidos en la comunidad creyente.
El hijo de Dios siempre encontrará un hogar al que regresar y compañeros de camino con quienes compartir.
Un juglar de Dios.
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Que el Señor te conceda su paz.