La vida de unión con Dios no puede oscurecerse por la desconfianza en nuestras propias capacidades. Todos somos capaces de creer en Dios, de escuchar sus Palabras, de vivir en su gracia, de vivir los mandamientos... todos podemos vivir la santidad y la salvación. En esto no vale más la ciencia y el conocimiento de las cosas santas (aún de las mismas Escrituras) ni si ha sido mucho o poco el tiempo que hemos caminado con Jesús; en cualquier hora de la vida y hasta el más sencillo de los hombres tiene la capacidad de aceptar a Jesús en su corazón y experimentar su salvación.
Comentarios
Publicar un comentario
Que el Señor te conceda su paz.