Vocación y meditación espiritual.

La vocación toca el misterio de nuestra propia existencia y los grandes interrogantes del ser humano. Todas estas grandes cuestiones, de las que se encargan la ciencia y la filosofía, pueden ser abordadas por el misterio cristiano de la vocación:

¿Para qué nos llama Dios a la vida?
¿Para qué nos hace cristianos y nos llama a evangelizar?
¿Para qué me llamó específicamente a mí en este tiempo y lugar concretos?

Estas preguntas se resuelven más en la oración y meditación espiritual que en tests psicológicos o indagando en los demás, en lugar de buscar la voz de Dios en el interior del propio corazón. Nadie puede conocer su verdadera vocación si no dedica tiempo a la meditación espiritual.

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